Chinches de la cama tropicales, Cimex hemipterus

Las chinches de la cama tropicales se suman a la plaga de las chinches comunes

Cimex hemipterus, pariente cercano tropical de la chinche de la cama común (Cimex lectularius) ha puesto en alerta a entomólogos en EEUU, un pais castigado en toda su geografía por las infestaciones de chinches, al reaparecer recientemente en Florida. Un peligro latente que, con el desplazamiento de las personas, puede extenderse por las zonas de clima tropical y sub-tropical.

A primera vista son iguales, pero la mirada experta puede distinguir la diferencia en el tamaño de una parte de su tórax.  En la chinche de la cama común (Cimex lectularius) la proporción entre la anchura y la longitud del segmento torácico llamado "pronotum" es de un ratio mayor de 2,5 mientras que en la chinche de la cama tropical (Cimex hemipterus) este ratio es menor de 2,5.

Sin embargo, la necesidad de alimentarse de sangre y la capacidad de infestar habitats humanos es similar en ambas especies. 

Mientras que la chinche de la cama común tiene una distribución mundial, convirtiéndose en plaga generalmente en zonas de clima templado, Cimex hemipterus se puede encontrar en zonas de clima tropical y subtropical, permaneciendo dentro de una zona de 30º de latitud al norte y al sur del ecuador.

Se la ha detectado en los últimos veinte años, cohabitando con la chinche de la cama común, en infestaciones localizadas en Tanzania, Australia, Sri Lanka, Brasil, Malasia, Singapur, Bangladesh y Tailandia. 

Y, recientemente, ha reaparecido también en Florida, donde ya se documentó por primera vez en 1938 y después en repetidas ocasiones en la década de los años 40. Tras comprobar que realmente eran ejemplares de  Cimex hemipterus los que infestaban un domicilio en una localidad de Florida, la entomóloga Brittany Campbell, expresa su preocupación por la propagación de las chinches de la cama tropicales en los estados del Sur de EEUU, donde las condiciones les son propicias. 

Siempre que haya gente viajando y desplazando involuntariamente las chinches de un lugar a otro, existe un potencial real para que esta especie se propague y se establezca en otros hogares y edificios, afirma Campbell.

De hecho no se trata de un caso aislado, Cimex hemipterus también se ha identificado en otra zona del estado de Florida, y todavía no está claro si ésta especie se ha mantenido siempre presente en Florida, pero, al igual que la chinche de la cama común, prácticamente desapareció desde la década de los 50 hasta los años 90 al ser casi erradicadas con el DDT y otros insecticidas, o si ha sido reintroducida y permanece en poblaciones pequeñas.

Reconocer al enemigo 

A nivel biológico, ambas especies de chinches coinciden en el hecho de alimentarse de sangre humana, por lo que son susceptibles de causar los mismos problemas de salud en caso de infestación severa: ansiedad, depresión, insomnio y picor o reacciones cutáneas en algunas personas.

Existe poca información que relacione y compare las chinches de la cama tropicales y las comunes pero, según Campbell, hipotéticamente deberían controlarse de forma similar, ya que su comportamiento y biología son similares.

Un estudio previo sugiere que la especie tropical puede desarrollarse más rápidamente que la común, y que posiblemente pueden provocar infestaciones y expandirse con mayor facilidad, aunque no existen datos concretos que comparen directamente las dos especies en condiciones iguales de tiempo y temperatura.

La entomóloga insiste en que, dadas las graves dificultades y los tratamientos fallidos que se dan en el control de las chinches, es importante tener en cuenta de qué especie se trata, para poder determinar si se necesitan estrategias diferentes de control según la especie.

En este sentido, es necesario un estudio más extenso de C. hemipterus,  ya que, aunque ambas especies son muy similares, no se tiene información más concreta sobre la ecología, biología y resistencia a los insecticidas de la chinche de la cama tropical.

El reciente descubrimiento de C. hemipterus en Florida genera interrogantes acerca del impacto que puede tener, en comparación con la chinche común. No es fácil distinguirlas y en muchos casos, una vez identificada la infestación de chinches, probablemente ni se intenta. Pero podría ser relevante para el éxito del tratamiento, ya que, como afirma Campbell, el primer paso para cualquier programa integrado de control de plagas es identificar adecuadamente al insecto con el que se está trabajando.

Fuente: Universidad de Florida